La agricultura tecnificada representa la expresión del desarrollo sostenible en los cultivos, apuntalado este en los avances tecnológicos. Desde 1996 la Argentina avanza firme en la agricultura de precisión, alcanzando niveles óptimos.
Frente a las inmensas posibilidades disponibles, la estrategia conveniente es maximizar los rendimientos y minimizar los costos. De esta forma los paradigmas de la agricultura tradicional caducan ante las ventajas de producir localizadamente.
Si te preguntás cuál es el escenario de producción agrícola más exitoso en este contexto, te invitamos a seguir en esta lectura.
Hablar de agricultura tecnificada conlleva a reconocer que se necesita producir más con menores costos y sin perjudicar el agroecosistema. Múltiples variables intervienen en este escenario cambiante. Maquinaria y conocimiento responden al reto.
Los avances tecnológicos acelerados ponen a disposición de los productores maquinarias, equipos e insumos cada vez más eficientes y sofisticados. Igualmente, una generación de profesionales altamente especializados integran equipos de trabajo.
Las apps en móviles y tablets, las TICs y la conectividad por satélite posibilitan optimizar el trabajo en tiempo real. Por otra parte, el florecimiento de empresas de servicios agrícolas permite aprovechar estos beneficios de forma eficiente y segura.
[Tweet “La agricultura tecnificada permite usar tecnología de punta con el asesoramiento profesional idóneo para desarrollarse de forma sostenible.”]
La agricultura de precisión se posibilita por la asistencia brindada por empresas de servicios agrícolas altamente capacitadas. De esta forma, productores y asesores logran alianzas donde se transfieren técnicas y conocimientos innovadores.
Queda entendido en este escenario que el flujo de bienes y servicios del agro adquiere una dinámica más estrecha. Producir más alimentos y materias primas resulta un objetivo que se cumple de forma conjunta con la incorporación de nuevas técnicas.
Cabe preguntarse qué elementos hacen que la agricultura tecnificada sea tan exitosa en Argentina:
[Tweet “La agricultura tecnificada promueve mayores inversiones porque productores y empresas optimizan sus procesos productivos para crear riqueza.”]
El cambio de paradigma de la agricultura tecnificada radica precisamente en ser un modelo diferente al de la tradicional. Dicho de otra manera, implica otra dinámica de producción con unas reglas y procedimientos más eficientes. ¿Difícil?
La dificultad verdadera está en querer sobrevivir en un escenario económico tan cambiante y competitivo como el actual con prácticas tradicionales. Ciertamente, en tal entorno lo conveniente es transformarse para sacar ventajas.
Mientras la agricultura tradicional recargaba en el productor todas las variables a considerar, en la moderna hay apoyo empresarial. Sin olvidar que la complejización de los procesos productivos dejan obsoleto el modelo anterior. La asesoría es necesaria.
La inversión en la agricultura tradicional es menor al usar menos tecnología y las ganancias son proporcionales. Hay mayor inversión en la moderna, pero los costos y pérdidas se reducen, al tiempo que crecen la productividad y rentabilidad.
[Tweet “La mayor productividad y rentabilidad de la agricultura tecnificada favorece la inversión en mejores condiciones.”]
El mercado nacional puede abastecerse con agricultura tradicional, mientras que se queda corta para las exigencias del mercado global. En cambio, este escenario es propicio para aprovechar las ventajas que brinda la agricultura tecnificada.
Las redes de relaciones que se establecen con el modelo de producción de agricultura tecnificada brindan flexibilidad ante las contingencias. La tradicional, por su carácter conservador, tiende a ser rígida en las formas, lo que la hace vulnerable.
El lugar privilegiado de la Argentina en la agricultura tecnificada se debe al incremento de la agricultura de precisión. Todas las herramientas previstas se emplean en el país con excelentes resultados:
Lo significativo de esta lista consiste en los logros que alcanzan los productores al emplear tal variedad de herramientas. Por otro lado, las estadísticas del INTA indican que los costos no detienen su incorporación sostenida, dados los beneficios.
El desarrollo de Argentina puede estimarse por el área total cultivada, muy superior a países como Alemania, Japón o Bélgica. Desde otro punto de vista, el equipamiento vendido y el potencial uso de esa tecnología confirman este liderazgo.
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La agricultura tecnificada tiene gran éxito en Argentina por el desarrollo de la agricultura de precisión. La visión acertada de mediados de los años 90 permitió una transformación cualitativa de la actividad productiva.
El desarrollo acelerado de la tecnología digital y las TICs hacen más cercana la disponibilidad de la tecnología al productor. Así, se incorpora cada vez más maquinaria y equipos sofisticados a la actividad productiva.
Este impacto hace de la agricultura un ámbito de mayores inversiones con mejor rentabilidad. En dicho escenario intervienen más actores de la producción, como son las empresas de servicios agrícolas.
En un contexto de economía global exigente, cambiante y competitivo, la agricultura tecnificada ofrece ventajas frente a la tradicional.
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